Competir en el mercado actual nunca había sido tan desafiante como lo es ahora. Por un lado, los consumidores exigen una mayor rapidez (una disponibilidad prácticamente inmediata), con la mayor calidad y a precios realmente competitivos, cada vez más bajos. Por otro lado, el número de posibles trabajadores se reduce (según Randstad en 2030 en España habrá un millón menos de profesionales activos, comparando con los datos de 2013), mientras que la economía global resulta cada vez más volátil e impredecible.
Teniendo en cuenta estas premisas, ¿cómo pueden adaptarse las fábricas?, ¿cómo agregar valor? Acelerando la automatización de sus procesos.
No se trata de grandes soluciones robóticas, de las que ocupan un gran espacio y solo pueden usarse para tareas específicas, con importantes costes de instalación y barreras de seguridad. Se trata de acelerar la automatización mediante soluciones flexibles, como las que ofrecen la nueva generación de robots colaborativos, diseñados para trabajar con personas y facilitar la automatización, incluso en pequeñas y medianas empresas.
1. Aumento de la productividad
Por ejemplo, en una fábrica de Corea (HIHHT) comprobaron que, tras automatizar su proceso de temple por inducción mediante soluciones de robótica colaborativa, consiguieron reducir el número de errores del 0,03% al 0,01%. Además, aumentaron su producción en un 31%, lo cual les permitió contratar a dos personas más para otras tareas más productivas.
2. Mayores niveles de satisfacción en el trabajo
Habitualmente, cuando se inicia proceso de automatización, los trabajadores suelen mostrarse escépticos, algo incómodos y con miedo a perder su puesto de trabajo. Sin embargo, los robots colaborativos no están pensados para sustituirles, sino para trabajar colaborativamente con ellos e incluso mejorar sus condiciones de trabajo.
Cuando los cobots asumen los procesos más monótonos y de menor valor, los trabajadores pueden centrarse en tareas que resultan más gratificantes. Por ello, según un informe de 2019 de la consultora McKinsey, sobre el sector de bienes de consumo envasados, un elevado nivel de automatización facilita la atracción y retención de talento al crear nuevos roles técnicos con mejores condiciones de trabajo, mayor remuneración y más oportunidades de crecimiento.
3. Mayor rentabilidad en los procesos de producción
¿Cómo se reducen los costes de producción? Los robots colaborativos garantizan la precisión y la consistencia suficiente para que las fábricas puedan reducir o incluso eliminar sus períodos de inactividad (que pueden llegar ser bastante costosos para una empresa), así como reducir los tiempos de ciclo.
4. Mayor calidad en el resultado final
Los robots colaborativos fomentan el aumento de la calidad final de los productos:
- Eliminan el margen de error derivado de errores humanos.
- Aseguran la precisión (repitiendo siempre los mismos movimientos, aplicando la misma fuerza y velocidad necesaria en cada movimiento).
- Pueden incluso inspeccionar e identificar piezas durante los procesos de fabricación (con ayuda de cámaras de visión artificial).
5. Mayor capacidad de adaptación (flexibilidad)
Debido a la incertidumbre económica y al comportamiento prácticamente impredecible de los consumidores, a menudo resulta difícil decidir qué producir, cuándo hacerlo y en qué cantidad. Ante esta situación, los robots colaborativos resultan una gran ventaja, ya que permiten que las fábricas pueden aumentar o disminuir su producción, para adaptarse a las necesidades de su mercado e incluso expandirse a otros nuevos más fácilmente.
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Los robots colaborativos (cobots) pueden realizar múltiples tareas: atornillado, paletizado, montaje, pulido, controles de calidad…
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